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Agrupación musical Los Auténticos del Ritmo:

Ritmos auténticos

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Auténticos, porque como la mayoría de los músicos tradicionales del territorio cultural Santa Elena, son músicos naturales, que aprendieron a oído, como lo hicieron sus ancestros; y también como la mayoría, se fusionan, se enojan, se colaboran, se intercambian, se acoplan, según las necesidades de cada grupo.

Hace aproximadamente 2 años, en la zona de Piedras Blancas, se juntaron varios “gomosos” de la música: Elías de Jesús Alzate con el güiro, Jorge Eliecer Atehortúa el bajo, Roberto Jairo Atehortúa con el requinto.

Diana Patricia Molina, la voz femenina, Gonzalo Acevedo, puntero y ritmo y Jesús Emilio Acevedo, baterista, los acompañan en diferentes ocasiones, de acuerdo con la necesidad y la disponibilidad de cada uno de ellos.

Elías

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Es el director del grupo y como muchos de los músicos tradicionales de la región, aprendió a tocar el güiro con unos amigos que estaban en un grupo musical. Empezó “como charlando”, se compró un güiro pequeño y empezó a ensayar solo, hasta que hace 2 años conformó este grupo y ya han estado en varios tablados, en el festival de la silleta y en la finca silletera la Suculenta, en la feria de las flores.

Antes de eso, Elías estuvo en otro grupo: “Los alegres de mi pueblo” que desde la pandemia ha estado intermitente.

“A mí desde siempre me gusta mucho la música, me sonaba bueno y yo la oía y la oía… entonces cogía esas raspaduras con las que raspaban las arepas… a mí me sonaba bueno eso y con eso es que empecé a practicar…

Y yo me ponía a pensar eh pero el ritmo de esto cómo se toca… y me imaginaba y ensayaba cómo es que sonaba y eso no me daba… eso no es así hasta que volvía y le daba hasta que ya me daba, y ya comencé y veía los grupos musicales y me ponía a mirarlos;   cada vez que estaban tocando, no bailaba ni nada sino que me pegaba era de los músicos y los miraba…”

Este inquieto músico trabajó manejando el parqueadero del parque arvi hasta la pandemia, luego con el señor Mariano Vargas del Tambo, quien ya murió. Ahora jardinea y guadaña aquí y allá, donde le toque, donde le resulte.

Jorge Eliécer

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Tuvo un tío que era músico: Luis Atehortúa quien tocaba la guitarra. “Yo no estudiaba, me mantenía con una regla dándole a la mesa, oía cualquier disco y me ponía a tocar en el pupitre. Después comencé con un güiro en un grupo pequeño que se llamaba Los Rodríguez. Yo me quedé mucho tiempo con ellos tocando güiro, pero yo pensaba: no, yo tengo que aprender a tocar guitarra, yo no me puedo quedar tocando güiro solo, entonces me fui a la idea y fui aprendiendo a tocar guitarra viendo a mi tío y fui haciéndole y fui haciéndole”… Algunas cosas como los golpes y las notas se las enseñó Gonzalo Acevedo, un músico de la región.

Organizó un grupo llamado “los Diamantes de oro “cuando tenía aproximadamente 16 años. Tocaron muchas veces en la capilla, hasta que se fueron desintegrando. Se unió con Gonzalo Acevedo en otra agrupación que se llama “Los alegres de mi pueblo”, reemplazando al bajista que murió. Tocan música parrandera y de carrilera, van donde los llamen.

Jorge Eliécer comenta que es muy difícil estar con un grupo fijo, porque algunos se retiran por trabajo, o porque se enojan.

Trabajó en la portería de un edificio, está pensionado por enfermedad. Tiene varias artes: carpintería, cerrajería, construcción.

Roberto Jairo

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En una disquera, lo bautizaron “el malicioso de la parranda”. “Roberto el malicioso”, así lo nombran.

“Yo no soy Miguel” es un tema propio muy popular entre los amantes de la música guasca, que narra lo que le pasa a alguien que se va a beber al “Capri”, un bar en una esquina de la placita de Flórez en Medellín.

Ese tema está grabado en You Tube, pero aparece como “chalo y chelo”, porque así se llama el canal.

Siempre ha vivido en la vereda Piedras Blancas, cerca al parque ARVI.

Se enamoró de la música cuando estaba muy pequeño: “Desde que yo estudiaba, porque a mí la música fue la que me abrió el estudio porque era muy aburrido, muy mala clase y no me encontraba, entonces conseguí un radiecito… que lucha para conseguirlo! y luego empecé a fabricar una raspa con un cacho de novillo…quedó tan buena que unos músicos de Guarne me la robaron.”   

El segundo instrumento que hizo Roberto Jairo fue una guitarra con un tarro de aceite y un cable de bicicleta: “Quedó como una colombina de madera y a mí eso me sonaba y me funcionaba.”

Luego de un tiempo consiguió una guitarra que le costó mil quinientos pesos para lo cual tuvo que llevar al municipio de Guarne, a la espalda, tres o cuatro bultos de carbón, por el camino que llaman La Cuesta. 

Hace aproximadamente 15 años fue consiguiendo herramienta y se hizo un requinto eléctrico, ya le había hecho un bajo a un compañero: "quedó ¡vea!, una cosa toda rara y la forré con fórmica de un televisor viejo, y tocamos 6 años, con ese bajo, un bajo así triangular, pequeño, muy elegante. A otro compañero se lo robaron con una guitarra eléctrica, lo dejamos en una casa y un man que era inquilino como se dio cuenta que estábamos guardando unos instrumentos, volvió y los sacó.”

Roberto ha fabricado requintos, reconstruyó un bajo, ensayando, porque estudió hasta quinto de primaria y lo que ha aprendido lo ha hecho “por aquí y por allá; un señor que arregla radios me explica muchas cosas y yo me grabo todos los nombres y ensayo con muchas cosas…”  Tiene en mente un invento que quiere hacer con otra clase de micrófono que no ha visto en el mercado. “Si lo hago, lo pongo a sonar”.

Este ingenioso bricolero además puntea con el requinto, es carpintero, hace puertas, ventanas, cocinas integrales, y trabaja en la huerta.

Diana Patricia

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Los acompaña esporádicamente, especialmente cuando van a interpretar música popular o de carrilera. Ella empezó a cantar en familia, con los tíos y ahora en la banda marcial del municipio de Guarne toca el redoblante, está en el grupo musical “Sol naciente” y participa de las actividades de la casa gerontológica del municipio.

Popular, de carrilera, guasca, parrandera, tropical, merengue,…son los ritmos a los que este grupo de campesinos se le mide, porque ellos son realmente lo que dicen que son: los auténticos del ritmo. 

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Abril 2023
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